Los hiénidos (Hyaenidae), conocidos comúnmente como hienas, son una familia de mamíferos carnívoros pertenecientes al suborden Feliformia. Es la familia menos numerosa en su orden (formado por 4 especies), y una de las más pequeñas dentro de los mamíferos. A pesar de su baja diversidad, las hienas son únicas y constituyen un componente vital para los ecosistemas de África y algunos de Asia.
Aunque filogeneticamente cercanos a felinos y vivérridos , la forma de ser y su morfología son similar a los cánidos en muchos aspectos (ver convergecia evolutiva); ambos —hienas y cánidos— no tienen locomoción arbórea (habilidad de trepar árboles), son cazadores cursoriales que atrapan la presa con sus dientes en vez de sus garras. Los dos se
alimentan rápidamente y pueden almacenar comida, tienen grandes pies
callosos, embotados, uñas no retráctiles que están hechas para correr y
cavar cuevas. De cualquier manera, el aseo de las hienas, aroma de
marcado, apareamiento y modo de cría, es consistente con otros
feliformes. Aunque es comentado que son carroñeros cobardes y practican el cleptoparsitismo, las hienas, especialmente la hiena manchada,
ocasionalmente caza por sí misma, y es conocido que espantan a
leopardos o leones de sus presas muertas; la mordedura de la hiena es la
más fuerte entre los mamíferos. Son primariamente animales nocturnos,
pero se aventuran fuera de sus guaridas en las tempranas horas de la
mañana. Con excepción de la muy sociable hiena manchada, no son animales
gregarios, aunque viven en grupos familiares y se congregan para cazar,
una característica típica de las hienas son sus aullidos-ladridos
generalmente nocturnos que se parecen a los de una risotada macabra
humana, con estos gritos mantienen la cohesión de la manada y muy
presumiblemente espantan a otros animales competidores en los mismos
alimentos.
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